«Me dijeron que no iba a sobrevivir… y ahora lo hago todo»
«En los momentos más duros pienso que todo pasará y en la vida sana y feliz que viene después. Aunque no parezca que hay luz al final del túnel, me fijo en los pequeños destellos que hay en la oscuridad y centro toda mi energía en esas chispitas»
— Tilly Lockey, ABC
Foto recogida: krugercowne.com
Este enfoque refleja la necesidad de una colaboración continua entre la tecnología y las humanidades, asegurando que los avances tecnológicos se alineen con los valores humanos y contribuyan al bienestar colectivo.
«No se trata de evitar la tecnología, sino de aprender a usarla para expandir lo mejor de nosotros mismos.»
Tecnohumanismo
¿Qué tecnología hay detrás de los brazos biónicos de Tilly Lockey?
- Sensores EMG (Electromiografía de superficie): capturan las señales musculares residuales del usuario para activar movimientos en la mano protésica, permitiendo controlar agarres, aperturas y cierres de forma intuitiva.
- Microprocesadores ARM Cortex-M: procesan las señales musculares en tiempo real y ejecutan algoritmos de control precisos.
- Motores lineales sin escobillas: se encargan de los movimientos digitales. Son potentes, silenciosos y de bajo consumo.
- Diseño impreso en 3D: fabricado con nylon PA12 mediante tecnología SLS (Selective Laser Sintering), lo que garantiza ligereza, resistencia y personalización estética.
- Batería de polímero de litio (Li-Po): con autonomía de hasta 12 horas, recargable por USB-C.
- Cubiertas intercambiables magnéticas: permiten adaptar el diseño externo al gusto del usuario, fomentando la identidad y la autoexpresión.
«La tecnología no debe utilizarse para suplantar al ser humano, sino para amplificar su dignidad cuando la vida lo exige. Casos como el de Tilly Lockey nos recuerdan que no se trata de añadir tecnología por capricho, sino de aplicarla con conciencia, propósito y ética. Ella no buscó ser biónica; la vida la empujó a ello. Y, en lugar de resignarse, ha convertido sus brazos tecnológicos en herramientas de autonomía, identidad y poder. Eso es lo que defiendo cuando hablo de tecnohumanismo: una tecnología al servicio de la persona, no una persona subordinada a la tecnología.»
— Libro: Superhumanos; (HumanIA)
Como ven en esta historia: No se trata de futurismo vacío. Se trata de humanidad aumentada. De cómo la tecnología bien diseñada, accesible y ética puede transformar vidas, no desde el mercado del deseo, sino desde la necesidad real.
Tilly representa el primer tipo de superhumanos que abordamos en la Trilogía del Cambio: aquellos que gracias a la tecnología recuperan capacidades perdidas.
Pero también nos abre la puerta a la gran conversación que se viene: ¿cómo queremos integrar lo biónico, lo digital y lo cognitivo en nuestra evolución como especie?