En septiembre de 2012 fui invitado a participar como ponente en Ixel Moda, uno de los eventos más relevantes de Latinoamérica en la intersección entre moda, industria creativa e innovación. Un congreso internacional celebrado en Cartagena de Indias, con el propósito de repensar el futuro de la moda desde la estrategia, la tecnología y la creatividad.
Mi intervención formó parte de la apertura oficial del evento, en la sala plenaria del Hotel Las Américas, ante autoridades locales, diseñadores, académicos y líderes del sector textil. Agradezco especialmente a Danilo, Erika, Diana y Cristina, parte esencial del equipo organizador, por su hospitalidad, profesionalidad y calidez. Su compromiso hizo posible un encuentro de alto nivel humano y técnico.
¿Por qué Apps y por qué Co-Creación?
La moda, como industria, llevaba años enfrentándose al reto de digitalizarse. Pero más allá del e-commerce o las redes sociales, había –y aún hay– una necesidad de cambio más profunda: transformar la relación entre marca y usuario. Por eso enfoqué mi intervención en un concepto clave: las Apps móviles como herramientas para la Co-Creación de valor.
La charla comenzó con una introducción teórica sobre la co-creación como modelo estratégico. No se trata simplemente de invitar al cliente a opinar, sino de integrarlo activamente en procesos de diseño, personalización y desarrollo de productos, generando así un valor mutuo, sostenido y diferencial. Este paradigma permite a las marcas obtener información cualitativa directa, mejorar la experiencia de cliente y desarrollar propuestas altamente relevantes.
NikeiD y la revolución participativa en el diseño
Uno de los casos más desarrollados fue el del ecosistema NIKEiD, pionero en la implementación de herramientas de co-creación a gran escala. Esta plataforma permitía –ya entonces– a cualquier usuario:
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Personalizar el diseño de sus zapatillas: colores, materiales, combinaciones.
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Seleccionar características técnicas: tipo de suela, amortiguación, tracción.
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Añadir un ID personal (texto o número) visible en el calzado.
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Compartir el diseño en redes sociales o en la galería NIKEiD.
Este modelo no solo generó un nuevo nivel de engagement, sino que activó una comunidad creativa dispuesta a experimentar, compartir y evangelizar la marca. El valor ya no era solo el producto final, sino la experiencia participativa de diseñarlo. Y ese aprendizaje comenzó a ser replicado por Nike en camisetas, sudaderas y accesorios.
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Startups, marcas tradicionales y el campo de juego en expansión
Durante la conferencia también analizamos otros proyectos relevantes que ilustraban cómo distintas marcas –tanto emergentes como consolidadas– estaban explorando nuevas fórmulas de interacción digital con sus usuarios:
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Startups como Modiface o Stylecaster, que ofrecían experiencias de prueba virtual de maquillaje y estilismo, basadas en reconocimiento facial y personalización.
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Marcas como Burberry, que experimentaban con livestreaming interactivo de sus desfiles, permitiendo a los usuarios votar looks o comprar en tiempo real.
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Proyectos como Threadless, que ya permitían a la comunidad diseñar camisetas y votar las que serían producidas.
La conclusión fue clara: el sector de la moda apenas estaba comenzando su transición hacia un modelo participativo, digital y personalizado. Y el terreno era fértil para quienes apostaran por tecnologías emergentes con visión estratégica.
Startupsy la personalización basada en contexto
Otro bloque clave de la charla fue el Geomarketing, un concepto entonces emergente pero con un potencial enorme. Gracias a la creciente penetración de los smartphones y el GPS integrado, era posible comenzar a desarrollar campañas basadas en la ubicación del usuario en tiempo real.
Hoy día, esto se traduce en funcionalidades como:
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Envío de promociones personalizadas al pasar cerca de una tienda física.
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Visualización de mapas interactivos con puntos de interés relacionados con la marca.
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Segmentación y análisis de comportamiento por zonas o recorridos habituales.
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Activaciones de eventos o pop-ups detectando la presencia del usuario.
Estas primeras aproximaciones abren la puerta a un marketing one-to-one, donde las acciones dejan de ser masivas y pasan a ser contextuales, oportunas y relevantes.
Ixel Moda: Un evento necesario
Ixel Moda no fue solo un congreso; fue una llamada de atención. La industria de la moda necesitaba –y aún necesita– abrirse al pensamiento estratégico, al diseño centrado en el usuario y al potencial de las tecnologías emergentes. Mi participación allí fue parte de ese impulso colectivo.
Una anécdota caribeña para el recuerdo
Como curiosidad, aún conservo en la memoria el momento en que, al finalizar la ponencia, uno de los organizadores me ofreció una bebida local —una mezcla intensa de café, panela y limón— que prometía “despertarte más que un vuelo transatlántico”. Tenían razón. Tras 22 horas de vuelo y un jet lag de 6 horas, fue mi mejor aliado para mantenerme lúcido durante las entrevistas con los medios de Bogotá y Cartagena.
Y hubo otro instante, esta vez más simbólico, que me marcó: durante un paseo al atardecer por la ciudad amurallada, compartí conversación con jóvenes diseñadores colombianos. Hablamos de desafíos, de identidad, de futuro. Allí, lejos de la tarima, entendí que lo verdaderamente transformador de estos encuentros no ocurre solo en los auditorios, sino en esos espacios sin guion, donde nace la auténtica co-creación humana. Cartagena no fue solo un destino profesional. Fue un punto de inflexión.
“Primera fila de la sala plenaria durante la ceremonia inaugural. Entre las autoridades asistentes, una invitada muy especial: Miss Colombia, cuyo entusiasmo por la tecnología en la moda no pasó desapercibido. Una imagen curiosa, sí, pero también un símbolo de cómo lo tradicional y lo emergente pueden convivir en un mismo espacio.”