Acaban de transcurrir unos días desde la V Semana Profesional de la Náutica y, desde la perspectiva privilegiada que nos da el tiempo y la reflexión, puedo afirmar que lo vivido del 3 al 5 de noviembre de 2023 en la Federación de Vela Latina Canaria ha marcado un punto de inflexión no solo para el sector náutico canario, sino también para todo el ecosistema innovador del Atlántico. No era un evento más. Era el laboratorio en el que se ponía a prueba el verdadero alcance de la digitalización, la internacionalización y la emergencia de un nuevo modelo de competitividad basado en la colaboración y la tecnología.

El sector náutico en la encrucijada digital

Este año, bajo el lema de la Internacionalización de las Empresas del Sector Náutico en la Era Digital, hemos asistido a una convocatoria plural y diversa, impulsada por Femepa, Aenáutica y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, con la colaboración de Cabildo de Gran Canaria, PROEXCA y el apoyo de Red CIDE. Una muestra del músculo institucional, pero sobre todo de la urgencia por afrontar juntos los retos de un mercado global donde el dato, la conectividad y la sostenibilidad son ya variables estratégicas y no solo palabras de moda.

Los asistentes, presenciales y virtuales (gracias al streaming que abrió las puertas al mundo), fuimos testigos de la convergencia entre la tradición marinera canaria y el pulso de la innovación tecnológica. Se respiraba esa mezcla de respeto por la herencia de la vela latina y la mirada audaz hacia el futuro de los Smart Ports y las industrias 4.0.

Voces que trazan el rumbo: apertura institucional y visión compartida

La jornada inaugural reunió a algunas de las voces más influyentes del ámbito portuario, económico y tecnológico de las islas. El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, puso en valor la función de las infraestructuras inteligentes como catalizadoras del cambio. Almudena Estévez, viceconsejera de Economía e Internacionalización, aportó el enfoque estratégico de la proyección exterior y la necesidad de abrazar la transformación digital como única vía para competir a escala global.

Me llamó la atención la intervención de Raúl Gª Brink, desde el Cabildo, que resaltó la dimensión de la soberanía energética y la innovación climática en la náutica. José Eduardo Ramírez Hermoso, desde Ciudad de Mar, defendió el papel de Las Palmas como laboratorio urbano-marítimo, donde el modelo de ciudad dialoga con el océano. No faltó la visión integradora de Vicente Marrero (Femepa, Clúster Marítimo) y José María Ponce Fernández (Aenáutica), que supieron aunar la voz del sector privado y el empuje asociativo.

El futuro del sector náutico: cooperación, datos y talento digital

Las mesas de trabajo fueron el verdadero termómetro de la Semana. La primera, dedicada a las empresas del sector náutico-deportivo y moderada por María del Pino Rodríguez Socorro (Aenáutica), desnudó los desafíos reales de las pequeñas y medianas empresas del sector. La intervención de Christophe Seiller (EUROSIMA Cluster de Deportes) y Sergio San Román (Escuelas de Surf de Gran Canaria) puso sobre la mesa la importancia de las redes colaborativas, la formación continua y la apertura de mercados a través de la digitalización de procesos y el geomarketing.

Fue especialmente interesante la participación de Andrés Caballero Quintana (Unidad Técnica de Ciudad de Mar), que ilustró con ejemplos cómo la tecnología está cambiando la forma en que se gestiona, promociona y vive el sector náutico, desde la perspectiva del territorio y la ciudad inteligente.

V semana profesional Náutica, 2020.

El segundo día, tuve el honor de moderar una de las mesas más esperadas: Smart City y Smart-Port. El diálogo entre Patrice Bernier (Puerto Deportivo de La Rochelle, conexión virtual), Julien Lebas (Puerto de Le Havre), Manuel A. Castellano Trujillo (Nuevas Tecnologías, Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria), Richard Clouet y Rosa María Batista Canino (ULPGC) fue un auténtico crisol de ideas sobre sostenibilidad, ciberseguridad portuaria, gemelos digitales y la importancia del talento local en el impulso de la economía azul.

Hablamos de big data marítimo, de la sensorización de infraestructuras, del valor de los ecosistemas colaborativos entre puertos europeos, y de la necesidad de definir una ética digital para la gobernanza de datos en los nuevos entornos portuarios.

Radiografía digital: Informe de Madurez y visiones de futuro

El último día culminó con la presentación del Informe de Madurez Digital del Sector Náutico. Las intervenciones de José María Ponce Fernández y Juan Carlos Rodríguez Toledo (Aenáutica), Juan Carlos Betancor García (Femepa) y las aportaciones remotas de Elsa Nicol (Wattson Elements) y David Pierre Mangiapan (NGE Connect), pusieron el foco en la urgencia de transformar la cultura organizativa, invertir en ciberseguridad, y activar mecanismos de transferencia de conocimiento entre el sector público, la universidad y la empresa.

Quedó claro que, aunque el camino está trazado, la madurez digital aún es un reto pendiente en muchos ámbitos. Hay un consenso incuestionable sobre la necesidad de acelerar la adopción de inteligencia artificial y tecnologías cuánticas en la gestión náutica, pero también sobre el valor de la formación y la creación de nuevos perfiles profesionales que sean capaces de dialogar entre la náutica tradicional y las nuevas disciplinas digitales.

Canarias, nodo azul del Atlántico digital

Desde la perspectiva de Pulso del Futuro, no puedo sino subrayar que lo acontecido en la V Semana Profesional de la Náutica es mucho más que la suma de mesas y ponencias. Es la constatación de que Canarias puede y debe ser un nodo azul de referencia en el Atlántico digital. El talento está. La infraestructura, también. El reto es la convergencia real entre visión, acción y colaboración.

La internacionalización no será solo una cuestión de exportar servicios o atraer visitantes, sino de liderar un cambio de paradigma en el que la sostenibilidad, la innovación responsable y la ética tecnohumanista ocupen el centro. El Atlántico es el escenario, pero la verdadera transformación está ocurriendo en las personas y los equipos que apuestan por desaprender, experimentar y reconstruirse digitalmente.

Me quedo con el aprendizaje compartido y con la certeza de que el sector náutico canario está entrando en una nueva era, donde la frontera entre el mar y el dato, entre la vela y el algoritmo, es cada vez más difusa.

La transformación global del sector náutico: nuevas rutas y desafíos

Si miramos más allá de nuestras fronteras, comprobamos que esta Semana Profesional conecta a Canarias con una tendencia global imparable. Países como Noruega, Francia, Países Bajos y Japón están integrando tecnologías disruptivas en sus ecosistemas náuticos: inteligencia artificial para gestión predictiva de flotas, blockchain para trazabilidad de mercancías, plataformas de formación virtual para tripulaciones, soluciones de ciberseguridad marítima avanzadas, sensores inteligentes que monitorizan en tiempo real variables climáticas, energéticas y de navegación.

Canarias se encuentra, por tanto, en el epicentro de esa revolución digital, pero debe acelerar. La oportunidad no solo es tecnológica, sino cultural y social: transformar la identidad insular en motor de internacionalización, apostar por el bilingüismo, por el talento joven, por el liderazgo femenino, y por una gobernanza pública-privada ágil, ética y transparente. La V Semana Profesional de la Náutica ha sido un microcosmos de este nuevo modelo.

La ética y el tecnohumanismo en el corazón de la náutica digital

Desde El Pulso del Futuro insisto siempre en la relevancia de situar la ética tecnológica y el tecnohumanismo en el centro de cualquier transformación. No se trata solo de innovar por innovar. La automatización y la inteligencia artificial abren nuevos horizontes, pero también riesgos: desde la gestión responsable de los datos de navegantes y empresas, hasta la ciberdefensa de las infraestructuras críticas del sector marítimo, pasando por la sostenibilidad medioambiental real, más allá del «greenwashing».

Por eso me parece crucial que el sector náutico de Canarias adopte marcos éticos y protocolos internacionales de seguridad, de privacidad y de responsabilidad social. El futuro será digital, sí, pero debe serlo desde la conciencia y la corresponsabilidad colectiva.

El reto social: inclusión, talento y resiliencia

No hay revolución tecnológica real sin inclusión. La digitalización de la náutica debe ir acompañada de estrategias formativas para todos los públicos: trabajadores veteranos y jóvenes, mujeres y hombres, personal técnico y administrativo, estudiantes, emprendedores y marineros. El verdadero valor diferencial está en cómo conseguimos que el salto tecnológico beneficie al conjunto de la sociedad canaria y no solo a una élite digital.

En este sentido, los proyectos presentados durante la Semana mostraron avances en formación dual, incubadoras náuticas, aceleradoras de startups, redes de cooperación interinsular y alianzas internacionales. Pero queda mucho por hacer: superar la brecha digital, fomentar el reciclaje profesional, apoyar el emprendimiento, y acompañar a las pymes en el camino hacia la transformación digital real.

El futuro azul: más allá del horizonte digital

No podemos concluir este análisis sin una mirada al horizonte. La economía azul será uno de los grandes vectores de crecimiento de Canarias en la próxima década, siempre que sepamos aprovechar el potencial de las tecnologías exponenciales: realidad virtual y aumentada para la promoción turística, gemelos digitales para simulación de rutas y mantenimiento de infraestructuras, plataformas de comercio electrónico integradas con IA, nuevas fuentes de energía renovable oceánica, proyectos de robótica subacuática y monitorización ecológica de los fondos marinos.

El Atlántico digital está naciendo ahora. Y Canarias tiene una oportunidad irrepetible de convertirse en faro, laboratorio y referencia internacional, siempre y cuando sigamos apostando por la convergencia entre innovación, talento, sostenibilidad, ética y cultura. La V Semana Profesional de la Náutica ha sido solo el principio. El verdadero viaje comienza ahora, con cada puerto digital abierto, cada alianza consolidada y cada joven profesional que decide mirar más allá del horizonte y reinventar el futuro desde estas islas.