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XR DESIGN: Del tocar al sentir en la Cuarta Transformación Digital

Participar en XR DESIGN, dentro del Madrid Design Festival y de la mano de The App Date, ha supuesto para mí algo más que asistir a un evento sobre tecnología. Fue una oportunidad para lanzar un mensaje urgente y necesario: el diseño, tal como lo hemos entendido hasta ahora, ha dejado de ser suficiente.

En mi intervención, abordé un concepto que vengo desarrollando desde hace años y que hoy cobra una relevancia absoluta: la Realidad Artificial Extendida. Este término resume la convergencia inevitable entre Realidad Extendida (XR) e Inteligencia Artificial (IA), y representa el núcleo de lo que llamo la Cuarta Transformación Digital.

Desde esta perspectiva, el diseño ya no es únicamente una cuestión de forma y función, sino de experiencia sensorial expandida, de inteligencia contextual y de ética algorítmica. Diseñar hoy es decidir cómo será nuestra relación con las máquinas.

La Realidad Artificial Extendida no es una tendencia: es el nuevo espacio donde se redefine la interacción Humano-Máquina, se reinventa la Experiencia de Usuario y se ensaya la arquitectura sensorial del futuro. Y lo más importante: nos interpela como especie.

A continuación, comparto el texto íntegro que recoge mi visión expuesta durante el evento:

La Realidad Extendida como nueva gramática del diseño

El pasado 28 de febrero participé en el evento XR DESIGN, en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid, dentro de la programación del Madrid Design Festival y en colaboración con The App Date. Esta edición de The XR Date no fue simplemente una muestra de tecnología aplicada al diseño: fue una afirmación contundente de que la forma en que concebimos, proyectamos y vivimos los entornos digitales está cambiando para siempre.

A través de intervenciones, demostraciones y conversaciones, este encuentro evidenció que la Realidad Extendida (XR) no es una promesa lejana, sino una herramienta concreta para sumergirnos en nuevos espacios, visualizar múltiples escenarios y facilitar la toma de decisiones desde la percepción inmersiva.

Allí tuve el honor de compartir mi visión sobre lo que considero uno de los puntos de inflexión más relevantes de nuestra época: el nacimiento de la Realidad Artificial Extendida, y con ella, el inicio de la Cuarta Transformación Digital.

Del final de las pantallas al comienzo del sentir digital

Hace tan solo unas semanas, Microsoft presentó las HoloLens 2, y con ello, pudimos atisbar el verdadero poder de la computación holográfica. Ese gesto, aparentemente técnico, representa en realidad un cambio profundo: el fin de las pantallas tal como las conocemos. Dejamos atrás el paradigma del “tocar para acceder” y entramos en un nuevo lenguaje sensorial donde sentimos para interactuar.

Esta transición marca un hito: ya no se trata solo de interfaces, sino de presencias. De mundos digitales que no observamos, sino que habitamos. De experiencias donde todos nuestros sentidos están implicados. El interfaz somos nosotros mismos, y la interfaz es el mundo.

La fusión inevitable: Realidad Extendida + Inteligencia Artificial

En este nuevo ecosistema tecnológico, la Realidad Extendida se entrelaza con lo que llamo la Tecnología Reina de nuestro siglo: la Inteligencia Artificial. Esta fusión da lugar a un nuevo entorno que defino como Realidad Artificial Extendida. Una convergencia que transformará de forma radical no solo la tecnología, sino también nuestra manera de pensar, crear, decidir y vivir.

Como ya advirtió Sundar Pichai, CEO de Google y Alphabet, la Inteligencia Artificial será más trascendental que el fuego y la electricidad. Y cuando se combine con la Realidad Extendida, veremos desaparecer no solo las pantallas, sino también los teclados, los ratones y los modos tradicionales de interacción digital.

Estamos entrando en una era háptica, intuitiva y cognitiva, donde todos los sentidos participarán en la relación Humano-Máquina. Una era que redefinirá por completo la Experiencia de Usuario (UX) y los Interfaces (UI) como los conocemos.

Rediseñar el futuro: la nueva UX en la era post-pantalla

Este escenario abre un campo de posibilidades sin precedentes: todo está por rediseñar. Desde los sistemas de navegación y los flujos de interacción, hasta los lenguajes visuales, sonoros y gestuales que definirán nuestras experiencias cotidianas.

Estamos, literalmente, ante una oportunidad única para la creatividad humana. No rediseñamos aplicaciones: rediseñamos el modo en que el ser humano habita y siente el mundo digital.

El segundo Renacimiento: el auge del Humano Aumentado

Pero esta revolución tecnológica no solo implica un cambio técnico o funcional. Representa el despertar de un nuevo tipo de ser humano. Un ser humano cuyo potencial cognitivo, emocional y sensorial se ve amplificado por estas tecnologías.

A este nuevo sujeto lo llamo el Humano Aumentado, o transhumano. Un ser que, sin dejar de ser humano, trasciende sus limitaciones biológicas mediante la colaboración inteligente con las máquinas.

Este proceso es, en esencia, el segundo Renacimiento. Una era en la que lo humano se revaloriza, no por contraposición a la tecnología, sino gracias a su integración consciente con ella.

El riesgo de la distopía y el nacimiento de la IANética

Pero no podemos ser ingenuos. Toda revolución conlleva sus sombras. Este nuevo poder tecnológico, si no es guiado con responsabilidad, puede derivar en modelos distópicos, autoritarios o deshumanizantes. Precisamente por eso, insisto siempre en que la ética debe preceder al código.

Para eso propongo una visión ética estructurada: la IANética, una ética específica para el Internet de la Inteligencia Artificial, y base fundamental del Tecnohumanismo. Una corriente que defiende que la tecnología debe estar siempre al servicio del ser humano, y no al revés.

La IANética nos obliga a diseñar no solo con eficacia, sino con conciencia. Nos recuerda que detrás de cada algoritmo hay una decisión, y detrás de cada decisión, una responsabilidad.

Diseñar no es decorar, es decidir

XR DESIGN no fue un evento más. Fue un punto de encuentro entre diseño, tecnología y filosofía aplicada. Un espacio donde se entendió que diseñar no es solo proyectar objetos o servicios, sino crear los marcos de experiencia desde los cuales el ser humano accede a la realidad.

Desde mi mirada tecnohumanista, creo firmemente que estamos en un momento crítico. El modo en que diseñemos hoy definirá cómo seremos mañana. No estamos frente a una evolución de producto. Estamos frente a una evolución de especie.

Y por eso insisto: diseñar ya no es decorar la superficie. Es decidir sobre el alma del mundo digital que estamos construyendo.